Mientras leía aquellos últimos párrafos, la onicofagia se apoderaba de mí. No era consciente del repetitivo e incansable movimiento, ahora dueño de mi extremidad inferior. Escuchaba los sonidos de alrededor en la lejanía, mientras mis ojos leían rápidamente cada palabra, pudiendo visualizar perfectamente aquella historia como si me encontrase allí mismo, viviendo la agonizante situación.
La lengua de las mariposas me pareció un magnífico trabajo de Manuel Rivas, cuyo final no deja indiferente a nadie que se precie a leerlo y tenga un ápice de sensibilidad, conciencia... o alma.
Es increíble cómo una historia de tan breve extensión puede sumergirte de esa manera, acercarte a los personajes y sentirlos como si los hubieses conocido a fondo años atrás. Es un cúmulo de sensaciones concentradas en escasas páginas y agradezco las recomendaciones recibidas para iniciar aquella lectura. En este pequeño apartado del Blog me gustaría ser yo la que os incite a leerla si no lo habéis hecho ya. Lástima que no sea muy conocido el origen de la sí famosa película llevada al cine en 1999.
La gente debería interesarse más por el ámbito literario, ya que es ahí donde aparecen en primera instancia las "obras maestras" conocidas por todos hoy en día. He aquí un ejemplo de ello.
Tras esto, nada más que añadir... ¡Enhorabuena Manuel!